En este proyecto contábamos con un local vacío de 250m², donde había que adaptarlo a las condiciones necesarias para una clínica dental. Partimos por generar una distribución que se adaptara al viaje que realiza el paciente cuando va al dentista.
Nada más entrar a la clínica, encontramos el recibidor, que es el centro alrededor del cual se reparten todos los espacios. A la derecha está situada la sala de espera, con un rincón colorido para que los niños puedan entretenerse mientras esperan y acceso a un aseo.
Entre el recibidor y la sala de espera, tenemos el acceso al pasillo donde se reparten los boxes, la sala de rayos X y otro aseo. El despacho de María lo encontramos en contacto directo con el recibidor y el pasillo de los boxes.
Y para terminar está la zona privada siguiendo el pasillo hacia la derecha, donde se encuentran los vestuarios, el baño privado de María, un almacén para guardar todo el material y un laboratorio.
María quería que en su clínica se respirara un ambiente de playa, es por esto que los materiales utilizados tienen que ver con los colores que encontramos en la playa. Como son, la madera, que hace referencia a la arena y el agua, que ha quedado representado con los cristales y los techos.
Gracias a los vidrios, que están colocados en toda la planta, se puede observar cualquier punto de la clínica, aportando así una sensación de apertura del espacio y de limpieza.
2019
Villena, Alicante
PROYECTOS