15 Errores a la hora de reformar tu casa

Si tienes pensado reformar, te recomiendo tener en cuenta los 15 errores más comunes para que no gastes tiempo y dinero de más.

#1 Empezar demasiado pronto

Lo ideal sería estar un tiempo viviendo en la casa antes de empezar. Esto ayuda a saber tu forma de vivir: dónde sueles hacer vida, cuánto espacio necesita la zona de lavandería, a qué horas entra el sol, cuánto almacenaje necesitas, cuáles son los recorridos que haces del salón a la cocina, o de la habitación al baño… Toda esta información nos es muy útil para poder hacer nuestro proyecto de interiorismo.

#2 Subestimar los gastos

Todos queremos gastar lo menos posible, aunque hay que ser realistas. La mayoría de los trabajos suelen costar más tiempo y dinero del que tenemos previsto, ya que nunca sabemos lo que vamos a encontrar hasta que empezamos con la obra, así que es buena idea añadir un 20% a la suma total que obtengas. Si este presupuesto te parece muy elevado, estás a tiempo de recortar partidas, y si al finalizar el proyecto no llega a lo que habíamos estimado, la sorpresa será positiva.

#3 Esperar que todo salga como lo hemos planeado

Sería muy bonito que funcionara así, pero la realidad es que cada proyecto es un mundo. Sobre todo en edificios antiguos, hasta que no vemos qué hay detrás de cada muro, no sabemos qué sorpresa nos espera. En las obras nuevas está todo más controlado, aunque aún así nadie nos asegura que encontremos algo que tengamos que solucionar.

#4 Ir al presupuesto más bajo siempre

Como en todo, puede resultarnos atractivo el precio más bajo, pero conviene tener en cuenta qué tipo de servicio o producto estamos buscando, ya que si es una inversión importante, cuanto más barato sea, más atención tendremos que prestar, ya que si queremos que nos sea útil, deberíamos de pensar en las complicaciones que podríamos tener a la larga por no haber invertido lo suficiente. En un producto barato como por ejemplo una silla, igual no hay problema en que no cumpla todos los requisitos que queremos, pero en una inversión como la carpintería, merece la pena invertir en algo que sabemos que estará bien hecho y que nos durará muchos años.

#5 No contar con un profesional desde el principio

Estás a punto de gastar una suma importante, seguramente encuentres momentos en los que no sepas por dónde continuar, o dudas sobre qué solución sería la más acertada. Tener previsto de antemano todo esto, te ayuda a no gastar de más en errores que seguramente no habías pensado porque no estás habituado al funcionamiento de una obra y su previsión. Contar con un profesional que te acompañe en todo momento y que sepa planear y organizar todo el proceso te ahorra tiempo y dinero.

#6 Contratar a un profesional que no es una buena opción para ti

El hecho de que alguien sea un buen diseñador, no significa que sea la mejor opción para ti. Hay que tener en cuenta si su forma de trabajar se alinea contigo. Debería de encajar sobre todo en que te guste su forma de diseñar y en que las prioridades sean las mismas. Ya sea a la hora de tener en cuenta el presupuesto o en que te escuche y sepa captar lo que necesitas.

#7 No pedir referencias

Es muy recomendable investigar sobre trabajos que ya haya hecho con anterioridad o preguntar a gente con la que sepas que ha trabajado.

#8 Querer entender los planos a la primera

No todos somos capaces de imaginarnos el espacio solo viendo un par de líneas en el papel. Para esto ayuda mucho poder ver ese plano en 3D, ya que seremos capaces de saber de forma muy aproximada cómo quedará antes de empezar.

#9 No hacer suficientes preguntas

No hay preguntas tontas o absurdas. Si tienes cualquier duda, no lo pienses y pregunta. El profesional con el que cuentes está ahí para ayudarte y resolver todas tus cuestiones. Es mejor que tengas todo claro para que cada paso que demos esté claro.

#10 No tener en cuenta las medidas

Una vez sepas qué tamaño de sofá, mesa o camas necesitas, ya puedes empezar a organizar los espacios. Parece una obviedad, pero a veces nos emocionamos con algo y después nos llevamos el chasco de que no entra en el hueco.

#11 Dejar el diseño interior para el último momento

Podemos dejar caer unos muebles en nuestra casa, poner unas lámparas bonitas y pintar las paredes conforme veamos en ese momento. Aunque también podemos invertir en un diseño que haga que ames tu casa y aumentes su valor.

#12 Subestimar los factores estresantes psicológicos

Encargarte del diseño de tu casa y de la obra está lleno de cosas a atender. Es normal estresarse pensando la planificación de todos los trabajos, eligiendo materiales o colores, atendiendo a los imprevistos que van surgiendo y que requieren que pienses en la mejor solución, o simplemente que se te haga más largo de lo que esperabas. El tiempo que tarden en terminar las obras no depende ya de nosotros, pero si cuentas con un profesional que se encargue de todos los estreses de planificar y gestionar la obra, eso que te llevas en salud!

#13 Escatimar en calidad

«Gasta buen dinero en cosas que toques todos los días». Como tiradores de puertas, grifos, interruptores, tela del sofá… La experiencia táctil te envía un recordatorio diario a ti y a tus invitados sobre la calidez y solidez de tu hogar.

#14 No tener todo en cuenta

Las instalaciones, fontanerías, materiales constructivos pueden sonar aburridos, pero es importante que todo esto esté revisado antes de empezar con nuestra obra, porque no tendría sentido que pongamos un suelo precioso, pero se nos estropee porque haya humedades.

#15 No considerar tu casa como un todo

Puede que nos guste una habitación con tonos azules, y después un salón con tonos que no tengan nada que ver, o un estilo en la cocina y en el despacho otro que no encaje. Hay que entender la casa entera como un conjunto. Que ella sola tenga sentido y todo esté en armonía.

Espero que te haya servido para ahorrarte molestias posteriores.

 

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